Escupiendo por la calle, de lentes negros y sin deberle nada a ningún gil una gurisa va tarareando una melodía que graba con su celular para después pasarla a la guitarra y producirla como se debe. Se debate quién es, quién quiere ser, en qué mundo vive y en cuál quiere vivir; y eso, hoy en día, no es poca cosa. Hace unos meses, Charlie presentó su segundo trabajo, MICROONDAS, en el que se aprovecha de los recursos de la canción pop/rock para contar lo mucho que la piensa y lo poco que le importan las convenciones, los clásicos, la gente plástica y, seguramente, mi opinión.